En unos años, además de hablar de si tiene antena 5G, quizá debamos mencionar que el iPhone tiene recepción satelital. Al menos, esto es lo que sugiere una nota de Bloomberg (firmada por Mark Gurman, que suele manejar buena información).
Según algunas filtraciones, la compañía está evaluando al factibilidad de montar una megaconstelación de satélites ( como las que están construyendo Amazon y SpaceX, entre otros) para tener su propia red de transmisión de datos.
Algo así permitiría brindarle contenido al iPhone sin depender de una red de telefonía tradicional o una conexión Wi-Fi: permitiría, en breve, un dispositivo con conexión permanente (tanto en la ciudad como en el campo o el medio de la montaña), y sin otro límite de transmisión de datos que el que Apple quiera imponerle.
Bloomberg indica que podría haber novedades en un lustro, aunque advierte también que la investigación está iniciándose, por lo que podría quedar en la nada o demorarse (como el proyecto de conducción autónoma de la compañía).
El servicio podría permitir la transmisión de datos hacia los teléfonos (por ejemplo, los contenidos de Apple TV+), mejorar los servicios de posicionamiento de datos, permitir una red de intercambio de información que combine los satélites con los teléfonos funcionando de repetidoras, y mucho más. El uso de satélites, no obstante, implica que hay ciertas limitaciones: la necesidad de acceder a este servicio al aire libre (no funcionaría bajo techo, porque no llega la señal del satélite), y una latencia (el tiempo que tarda un comando en salir del iPhone, llegar al satélite, a un servidor, y volver al teléfono) que por la distancia del suelo a la que están los satélites no puede evitarse.