China ha ordenado retirar en el plazo de tres años cualquier dispositivo informático y software extranjero de oficinas gubernamentales e instituciones públicas en ese país, según informa este lunes el diario británico Financial Times (FT).
La directriz adoptada por el Gobierno de China asestará probablemente un varapalo a empresas multinacionales de Estados Unidos, como HP, Microsoft o Dell, trasladando el conflicto comercial que actualmente libran ambos países al ámbito tecnológico.
El FT recuerda cómo la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, vetó los negocios entre firmas de su país y la empresa de telecomunicaciones Huawei a comienzos de año y cómo, el pasado mayo, otros gigantes como Google o Intel anunciaban que congelarían su cooperación con la empresa china.
La directriz hará necesario reemplazar entre 20 y 30 millones de piezas de hardware procedentes de otros países, un trabajo que dará comienzo a principios de 2020.
El diario británico considera, según los analistas, que un 30 % de esas sustituciones se llevará a cabo el próximo año, un 50 % en 2021 y otro 20 % en 2022.
La orden parte, según esas fuentes, de la oficina central del partido comunista chino y fue dada a principios de 2019.
El periódico indica que sustituir todos los dispositivos extranjeros ajustándose al calendario marcado de tres años planteará retos, pues muchos de esos productos fueron desarrollados para sistemas operativos de EE.UU., como Windows para Microsoft.
El pasado mayo, Hu Xijin, director del periódico Global Times en China, sostuvo que el veto a Huawei no resultaría fatal para esa empresa, pues ya llevaba «años» anticipando ese conflicto.
Por ello, informó de que se encontraba preparada para afrontarlo y adelantó que la firma desarrollaría su propia industria de microchip en rivalidad con EE.UU.
«Cortar los servicios técnicos a Huawei supondrá un verdadero punto de inflexión en la investigación y desarrollo general de China y en el uso de chips fabricados en el país», argumentó Hu Xijin.