Donkey Kong apareció por primera vez en el juego del mismo nombre (Donkey Kong, 1981), no como protagonista sino como todo lo contrario, intentando a base de lanzar barriles impedir a Super Mario.
Aunque Donkey Kong apareció por primera vez en el juego del mismo nombre (Donkey Kong, 1981), no como protagonista sino como todo lo contrario, intentando a base de lanzar barriles impedir a Super Mario -por aquel entonces, simplemente ‘Jumpman’- salvar a a la damisela en apuros de turno, no fue hasta la década de los noventa cuando el personaje se reinventó al frente de su propia franquicia, Donkey Kong Country, que estos días cumple un cuarto de siglo.
En concreto, el juego llegó a Super Nintendo el 21 de noviembre en Estados Unidos, el 24 de noviembre en Europa y el 26 del mismo mes en Japón. Y a pesar de que su estilo plataformero de desplazamiento lateral estaba a punto de pasar de moda en favor de las tres dimensiones y de que la saga de Super Mario había puesto el listón a un nivel insuperable, pudo hacerse con un lugar destacado en el catálogo de «el cerebro de la bestia» e incluso revolucionar los últimos compases de la máquina.
Desarrollado por el estudio británico Rareware, la gran aportación de Donkey Kong Country a los videojuegos fue en el terreno gráfico, como pionero en la utilización de gráficos 3D prerenderizados con la tecnología Advanced Computer Modelling, gracias a la cual fue posible ver en una consola de 16-bit unos colores y texturas inauditos en la época. Más tarde, muchos otros títulos incorporarían dicha tecnología.
Cuando salió Donkey Kong Country a Super Nintendo aún le quedaban varios años de vida por delante, pero desde el punto de vista histórico se puede decir que ya estaba amortizada, porque el grueso de sus clásicos ya había visto la luz. Junto con otros memorables títulos como Super Mario World 2: Yoshi’s Island o Chrono Trigger, por lo tanto, sirvió también para revitalizar el catálogo de la consola.
De hecho, cuando Nintendo lanzó hace un par de años la Super Nintendo Mini Classic, Donkey Kong Country no faltaba en la lista, si bien con veinte juegos es imposible hacer honor a todo lo que dio la sobremesa solo en la primera mitad de los noventa.
Pero nuestros protagonista de hoy sirvió también para más cosas: de recuperar el personaje de Donkey Kong -o el de su fiel acompañante Didi, entre otros- para los multijugadores de la firma nipona, a dotar a las consolas de Nintendo de una nueva saga de juegos de plataformas clásicos fieles a la indiosincrasia de las dos dimensiones, bastante denostada a día de hoy con excepción de algunos desarrollos indie.
Para Super Nintendo llegaron a publicarse tres juegos: Donkey Kong Country, Donkey Kong Country 2: Diddy’s Kong Quest y Donkey Kong Country 3: Dixie Kong’s Double Trouble!, con versiones para diferentes modelos de Game Boy; Nintendo 64 tuvo su Donkey Kong 64; para Wii se lanzó Donkey Kong Country Returns, más tarde disponible en Nintendo DS; y para Wii U Donkey Kong Country: Tropical Freeze, reeditado tiempo después para la presente generación, Nintendo Switch.
Por supuesto, todo lo comentado es a grandes rasgos, porque tanto en lo que se refiere a juegos protagonizados por Donkey Kong y familia como a los detalles que hicieron del Donkey Kong Country original un clásico que a la postre se convertiría en el tercer título más vendido de la plataforma, se podría contar mucho más. Pero nos conformamos con este escueto repaso de recuerdo con motivo de su veinticinco aniversario, y es que hace hoy veinticinco años, muchos jugones comenzaban a saltar por la selva como si no hubiese mañana… y algunos siguen haciéndolo.