Nostalgia y vanguardia se dan la mano en la edición 2019 de la mayor feria «gamer» de Asia, Tokyo Game Show, que abrió sus puertas este jueves inaugurando red 5G y poniendo el acento sobre la reinvención de franquicias veteranas como Final Fantasy o Resident Evil, y lo último del japonés Hideo Kojima.
La XXIII edición de la feria es la mayor hasta la fecha en lo que respecta a las casetas (2.417) distribuidas en los 11 pabellones del centro de convenciones Makuhari Messe de Chiba, al este de Tokio, en el que se celebra hasta el domingo 15 de septiembre.
Entre los eventos más esperados estaba la subida al escenario de PlayStation del japonés Hideo Kojima, que durante unos 50 minutos mostró la jugabilidad y otros detalles de su último bebé, «Death Stranding», una aventura eminentemente cinematográfica en la que han participado actores de la talla de Norman Reedus y Mads Mikkelsen.
Está previsto que se realicen varias demostraciones más, incluido el fin de semana (días abiertos al público), pero para amenizar la espera, la distribuidora ha instalado un rincón que emiten imágenes ininterrumpidamente y por el que hoy se pasaron decenas de personas.
«Hasta final de año estaremos muy centrados en Death Strading, el primer título que lanza desde que formara su propia compañía, Kojima Productions», reconoció a Efe Makiko Noda, del Departamento de Comunicaciones de Sony. El juego se lanzará el 8 de noviembre.
El gigante nipón del ocio digital, que se encuentra inmerso en el desarrollo de la sucesora de PlayStation 4, no llevó hasta la cita ninguna novedad sobre la misma y la propia Noda insinuó que no será hasta 2020 cuando se empiecen a desvelar oficialmente más detalles.
Otro de los platos fuertes de la cita es el «remake» de «Final Fantasy VII», que unas horas antes estrenaba nuevo tráiler y que pudo probarse tanto en el espacio de PlayStation como en el de la desarrolladora Square Enix, si se tenía suerte y paciencia.
Media hora después de abrirse las puertas, el tiempo de espera para ponerse a los mandos de la reinventada aventura de Cloud Strife era de cuatro horas en el espacio de la plataforma de sobremesa de Sony y de más de 100 minutos de cola en el de Square. El juego será lanzado al mercado el 3 de marzo de 2020.
Los que llegaron al evento atraídos por lo nuevo de Resident Evil, «Project Resistance» se encontraron, en muchos casos, con que era necesario reservar con antelación para probarlo en la intimidad, en un espacio cerrado que no dejaba margen para los mirones.
«Iceborne», la primera expansión de «Monster Hunter World», fue también de las más demandadas, y en torno a una hora y media después de la apertura del evento ya no quedaba hueco para degustarlo.
Entre otros de los títulos que pueden probarse en esta edición de la Tokyo Game Show también están «Dragon Ball: Kakarot», donde el jugador puede disfrutar de las aventuras de Goku en un mundo abierto, el nuevo «Medievil» o el mortífero «Nioh 2».
Pese al volumen récord de casetas, el evento cuenta en 2019 con la presencia de menos empresas, 655 en comparación con las 668 que acudieron a la metrópoli asiática el año pasado.
La mayoría de ellas tienen sede en Japón (350), mientras que las compañías extranjeras (305), sobre todo gigantes occidentales de la industria, parecen haber perdido algo de interés en un evento eminentemente centrado en el mercado asiático. En 2018, 330 empresas extranjeras participaron en el evento; en 2016 fueron 345.
Como cada año, la jornada inaugural del jueves y la del viernes se celebran a puerta cerrada para la prensa, medios acreditados y figuras del mundo empresarial, y son los días en los que se mantienen más activamente encuentros para cerrar licencias de distribución o buscar inversores para proyectos emergentes.
En este sentido, los desarrolladores de títulos «indie» vuelven a tener una presencia notable en la cita «gamer», sobre todo en lo que a juegos para móviles respecta. El sotware para «smartphone» suponen el 27 % de los 1.522 títulos presentes en el evento nipón de 2019, un porcentaje similar al registrado un año antes.