Nunca antes nuestra laptop fue tan imprescindible: ahora trabajamos o estudiamos desde la casa, es nuestra mejor manera de sentir a la familia y los amigos cerca y recorremos el mundo a través de su pantalla, aunque apenas nos movamos del sofá.
Por eso hemos pedido a Acer, un líder en la categoría, que nos ayude con seis reglas de oro que debemos cumplir para evitar accidentes.
Cuidado con dónde la colocas. Por mucho que se diga, sucede una y otra vez. Pones tu equipo al lado de un vaso de agua, ésta se derrama… y ya sabemos lo que viene después. Por tanto, recuerda mantener tu laptop lejos de cualquier líquido. Tampoco la expongas al sol o la tires, levantes solo por la pantalla o coloques en lugares de los que puede caer con facilidad.
Evita dañar el teclado. Es importante evitar comer muy cerca o encima del teclado porque te expones a que algún pedazo de comida se introduzca en él, lo que puede dañar las teclas y circuitos internos.
Permite el flujo de aire. Como nadie te ve, tal vez prefieres trabajar desde la cama. Error. Si de manera rutinaria pones tu notebook en la cama o sobre un cojín como mesa, puedes bloquear las entradas de ventilación y provocar daños en sus componentes. Además, estudios científicos han demostrado que poner la laptop en tu regazo puede tener efectos perjudiciales para la salud.
Adiós al polvo. Un paño seco de microfibra, alcohol isopropílico, aire comprimido e hisopos son tus instrumentos de trabajo esenciales. Comienza cerrando tu equipo y aplicando breves bombardeos de aire comprimido en todas las grietas y hendiduras, incluyendo teclado, ventilación y puertos USB. Luego con los hisopos y el alcohol recorre las teclas y los espacios que hay entre ellas. Para la pantalla reserva un paño seco de microfibra.
Usa un regulador de voltaje: Para cuidarla de cualquier variación de voltaje o fallos en la luz, la mejor opción es apelar a supresores de picos y reguladores de voltaje. Estos dispositivos ofrecen una electricidad mucho más estable, que evitará daños irreparables. Otra opción es un UPS, una barrera perfecta ante las caídas y bajadas eléctricas.
Actualiza la RAM: Si notas que tu portátil empieza a fallar, puedes barajar la opción de cambiarle la RAM. Antes debes haber descartado otras razones para que tu equipo vaya lento, incluido un virus, un disco duro defectuoso y cualquier otra deficiencia de programa. Actualizar la RAM mejorará la capacidad del portátil para funcionar más rápido y fluido.